La industria manufacturera representa el 14% del PIB español, pero también el 25% de sus emisiones directas de CO₂. Con la entrada en vigor del Real Decreto 214/2025 y otros marcos ESG, este sector encara una transformación crítica: adaptarse a exigencias cada vez más estrictas sin perder competitividad.
Aunque se han logrado avances en eficiencia energética e innovación industrial, el sector sigue enfrentando barreras significativas para alinear sus operaciones con criterios ambientales, sociales y de gobernanza. A continuación, analizamos los principales desafíos que deben superar las empresas para no quedar rezagadas en la transición sostenible.
1. Alta dependencia energética y costes de descarbonización
Sectores intensivos como la cerámica, el acero, el cemento o el vidrio dependen aún del gas natural para procesos de alta temperatura, lo que dificulta la reducción de emisiones. Sustitutos como hornos eléctricos, hidrógeno verde o biometano tienen costes de inversión que pueden alcanzar entre 56.000 y 81.000 M € —un desafío para mantener la competitividad.
2. Complejidad en cálculo de emisiones (Alcances 1, 2 y 3)
El nuevo marco obliga a grandes empresas a medir y publicar emisiones de Alcance 1 y 2, y voluntariamente el Alcance 3. La trazabilidad de la cadena de suministro es especialmente desafiante: el 83 % de las PYMEs aún no está preparada para generar estos datos. Además, el cumplimiento de EINF y CSRD requiere precisión en el cálculo, así como proyectos de compensación y reducción medibles.
3. Desfase en adaptación de PYMEs proveedoras
Aunque las obligaciones recaen sobre grandes empresas, las PYMEs proveedoras se ven presionadas para facilitar datos de Alcance 3. Esto ha generado una carrera por automatizar procesos de recopilación, reporte y verificación, para no perder contratos clave.
4. Falta de talento especializado
La explosión normativa ha incrementado la demanda de perfiles como Chief Sustainability Officers, verificadores de huella de carbono o contables ESG. Muchas empresas del sector aún no cuentan con equipos capaces de implementar estrategias sostenibles de forma transversal.
5. Escasa integración tecnológica y automatización
Muchas empresas siguen gestionando la información ESG mediante hojas de cálculo, procesos manuales o plataformas desconectadas. Esto dificulta la recolección de datos, la trazabilidad de emisiones (especialmente Alcance 2 y 3) y la preparación de informes como el EINF o CSRD. La falta de automatización también ralentiza la toma de decisiones y eleva los costes de cumplimiento.
6. Necesidad de inversión y apoyo público
Aunque existen ayudas para compensar costes energéticos (como los 600 M € anuales para electro intensivos), éstas no siempre cubren las inversiones necesarias para tecnologías limpias. Se reclama una fiscalidad eléctrica más justa, acceso a financiación y apoyo público que equilibran el terreno frente a competidores internacionales.
7. Coordinación entre registros autonómicos y estatal
La interoperabilidad exigida entre registros autonómicos y el estatal implica cambios técnicos y operativos para aquellas compañías que operan en múltiples comunidades. Adaptarse con agilidad será clave para evitar sanciones o incumplimientos.
Estos retos se enmarcan en un contexto normativo cada vez más exigente, principalmente con el nuevo Real Decreto de la Huella de Carbono (214/2025), ya en vigor. Pero ¿qué deben saber las empresas sobre este marco regulatorio?
Real Decreto de la Huella de Carbono (214/2025)
- Entrada en vigor: 12 junio 2025.
- Obligados: grandes empresas que elaboran EINF consolidadas, y entidades públicas. PYMEs quedan fuera, aunque pueden verse afectadas indirectamente por la Cadena de suministro.
- Contenido del registro: obliga a calcular huella (alcance 1+2; 3 voluntario), publicar plan de reducción (horizonte mínimo 5 años con metas cuantificadas).
- Ámbitos ampliados: nuevos tipos de absorción de carbono (e.g., carbono azul), huella de eventos grandes (más de 1.500 asistentes), mejor coordinación inter‑administrativa.
- Publicidad obligatoria: publicación accesible en web corporativa por al menos cinco años.
- Incentivos: el marco permite incluir la huella como criterio en contratación pública.
Entonces, ¿cómo debe prepararse la industria manufacturera para este nuevo escenario?
- Planificar inversiones en descarbonización tecnológica y eficiencia energética, solicitando ayudas específicas.
- Registrar y publicar la huella de carbono y el plan, cumpliendo plazos y visibilidad establecida por el Real Decreto.
- Colaborar con la cadena de suministro, ofreciendo soporte a PYMEs para consolidar datos de Alcance 3.
- Formar o contratar personal especializado para liderar la función ESG, garantizar verificación externa y elaborar planes.
- Aprovechar el acceso a ayudas y compra pública verde, usando la huella como ventaja competitiva.
- Auditar y medir emisiones con herramientas automáticas (Alcance 1 y 2, y si es posible Alcance 3).
¿Cómo responder a estos retos de forma eficiente?
Aunque los desafíos ESG pueden parecer abrumadores, hoy existen soluciones que permiten abordarlos de forma estructurada, colaborativa y automatizada.
Convene ESG es una plataforma integral diseñada específicamente para facilitar la transición sostenible en entornos industriales. Entre sus capacidades destacadas:
- Cálculo automatizado de emisiones de Alcance 1, 2 y 3, con trazabilidad y reportes dinámicos.
- Soporte experto en ESG, ideal para organizaciones sin equipos internos especializados.
- Módulo de proveedores que facilita la colaboración con la cadena de suministro.
- Automatización de flujos de datos, formularios y recordatorios internos por área.